El principio de confiar en Dios

"Encomienda tu obra al Señor, y tendrás éxito"


La confianza es esperanza firme que se tiene de alguien o algo. Confiar en Dios significa descansar en Él, creer en lo que no vemos, esperar que las oportunidades se presenten, que termine bien lo que ahora va muy mal.
Confiar en Dios nos da la seguridad de que todo estará bien; es ver lo que nuestros ojos físicos no ven. Más allá de lo que nuestra mente quiere hacernos pensar.
Cuando se tiene fe en dios, dejamos que el poder tome el control para solucionar los problemas, tanto los sencillos como los complejos.


-Confianza
Confiar en Dios significa buscar en Él las respuestas a cada uno de los problemas. Confiar en él no significa dejar de planificar y trabajar para lograr nuestros sueños. Tampoco debemos ser perezosos, más bien, significa que nos apoyemos en él hasta el punto de moldear nuestras vidas de acorde a su plan.
Tener confianza entonces es creer, no se compra ni se pide, se gana.


-Dirección
Es muy fácil confiar en Dios cuando sabemos que dirige nuestros caminos. Cuando obramos correctamente, nos sentimos bien y nos recompensan bien. Es importante saber o tratar de entender por qué las cosas son como son; sin embargo, hay momentos en los que ponemos nuestra confianza en él para seguir adelante, ya que él es el elemento de la administración donde se logra la realización efectiva de todo lo planeado por medio de su autoridad, pero ejercida en base a nuestras decisiones, tomadas directa o indirectamente.


-Sabiduría
La prosperidad integral empieza cuando aceptamos a Dios como autoridad final y estructuramos nuestras vidas en base a sus leyes y principios, eso es la sabiduría, conocer nuestros motivos, seguir esos principios éticos para tomar decisiones y hacer nuestros actos. Cuando somos honestos y nuestros motivos son puros, actuamos con libertad, sin agendas escondidas.
La gente percibirá esa libertad y no estará a la defensiva. nos respetará y confiará en nosotros.


-Obediencia
Es muy fácil caer en la vanidad y el orgullo cuando vencemos y, si eso nos pasa, pronto seremos humillados. La obediencia también se convierte en pilar fundamental de una sociedad y del ser humano en particular, ámbito en que resulta necesaria. Obedecer a Dios demuestra sensatez, ya que él, como ser supremo, es infinitamente sabio y siempre sabe lo que nos conviene.

PREGUNTAS AL USUARIO PARA MEDITAR

-¿Te desagradan los problemas? ¿Por qué?

-¿Cómo reaccionas ante las dificultades?

-¿Qué enseñanzas te han dejado las dificultades que has experimentado?

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